¿Demasiados juguetes? La clave puede estar en la rotación
Soy mamá, y como muchas, pasé por ese momento en el que entrás al cuarto de tu hijo y sentís que los juguetes te están por comer. Están por todos lados. Algunos que no sabés ni de dónde salieron, otros que jamás fueron usados… y lo peor: él también está aburrido. ¿Cómo puede ser que, teniendo tanto, diga que no tiene nada para jugar?
Esa sensación —de sobreabundancia, de ruido, de desorden— no es solo nuestra. También la sienten ellos, aunque no lo digan con esas palabras.
¿Qué pasa cuando hay demasiados juguetes?
La sobreabundancia no es inocente. Cuando los niños tienen acceso permanente a demasiadas cosas, empiezan a mostrar ciertos comportamientos que nos dan pistas de que algo no está funcionando:
Les cuesta concentrarse en un solo juego ❌
Piden más y más, pero valoran menos ❌
Se aburren rápido, incluso con juguetes nuevos ❌
No desarrollan tanto la imaginación, porque el exceso de estímulos externos les quita espacio para crear desde adentro ❌
Además, en un mundo que ya es bastante acelerado, un cuarto lleno de juguetes puede ser visualmente abrumador. Y eso también cansa, agota, confunde.
¿Y si probamos con la rotación?
La rotación de juguetes es una estrategia simple, pero poderosa. Consiste en seleccionar solo algunos juguetes para tener disponibles, y guardar el resto en una caja o estante fuera del alcance. Cada cierto tiempo (una semana, quince días, un mes), se hace un recambio.
Lo que se logra con esto es increíble:
El niño se reencuentra con sus propios juguetes como si fueran nuevos.
Se concentra más tiempo en cada uno.
Se vuelve más creativo, porque tiene que “inventar” formas distintas de jugar con menos.
Aprende a valorar, a cuidar, y a esperar.
Y el ambiente en casa se siente más tranquilo, más ordenado, más respirable.
Tips para empezar a rotar juguetes 🚀
Observá con qué sí juega: Empezá por separar lo que realmente usa. Lo demás, va a la caja de rotación.
No todo al mismo tiempo: Dejá entre 5 y 7 juguetes, dependiendo de su edad. Es más que suficiente.
Mantené variedad: Incluí opciones de juego simbólico, construcción, arte, lectura, etc. No más de 2 juguetes por área.
Involucralo: Si ya tiene edad, podés contarle el plan. Hacerlo parte del proceso puede entusiasmarlo más.
Sé flexible: No es una regla rígida. Si ves que algo no funciona, ajustalo. La idea es que sea una herramienta, no una obligación.
La rotación no es solo para ordenar. Es una manera de educar, de ayudar a nuestros hijos a conectarse con lo que tienen, de fomentar la calma y el disfrute. Es poner pausa en un mundo que va muy rápido. Y como muchas cosas en la crianza, no es mágica, pero sí transformadora 💫
Desde nuestra juguetería, creemos que acompañar también es esto: compartir herramientas que hagan bien. Porque no se trata de tener más juguetes, sino de jugar mejor.